RUTA 1. Ría de Vigo y Bouzas

Punto de partida. Pazo los Escudos.

Te encuentras en el Hotel Pazo los Escudos, en la finca Miramar, también conocida como finca Sensat. Este nombre, se lo da una persona muy relevante para la ciudad de Vigo. Javier Sensat, visionario hombre de negocios, cofundador de la empresa M.A.R (Motopesqueros de Altura Reunidos), en la que se agrupó al mayor número de pesqueros hasta el momento, bajo una misma dirección y sin que los asociados perdieran la propiedad de los buques.

Se unificaban las compras y la comercialización, con el aumento de eficiencia y beneficio que esto suponía.

M.A.R llegó a dar trabajo a 2.500 personas y tenía sus fábricas en la zona en la que se encuentra actualmente el Palacio de Congresos Mar de Vigo. De ahí una petición popular para que este edificio pase a llamarse Javier Sensat Curbera. Sin éxito por el momento…
Sensat, fue un comprometido vigués, medalla de oro al trabajo. Donó a la ciudad los terrenos en los que se ha construido el colegio público que lleva su nombre, (muy cerca de donde te encuentras) el monumento al pescador de la Praza do Berbés, una dotación económica al Museo Quiñones de León y otras donaciones a diversas entidades benéficas de la ciudad.
Además de tener una sensibilidad fuera de lo común y una humanidad excepcional, según cuentan sus colaboradores, tenía buen gusto. Escogió una de las mejores fincas de Vigo para construir un pazo con unas maravillosas vistas a la Ría de Vigo y al paraíso atlántico de las Islas Cíes.

El pazo actual es obra del arquitecto Antón Román Conde y data de los años 40 del siglo pasado. Hubo un anterior, en ese mismo lugar, pero apenas se conservan restos.
En esta finca se encuentra la mayor colección de labras heráldicas de Galicia. En concreto, 94 piezas talladas en piedra que puedes disfrutar paseando por los jardines del pazo.
Estos escudos, en la historia más reciente eran una representación del poder y estatus social de una familia. Tienen su origen en plena edad media siendo la representación gráfica utilizada para distinguirse en el combate y en torneos cortesanos. Estos blasones se heredaban dentro del mismo linaje y los exhibían en múltiples aplicaciones (joyas, viviendas, armaduras, etc.) Eran el logotipo de la época. Durante siglos, tener un blasón propio era un signo de distinción y éxito social.
La recomendación de esta parada es que disfrutes de los jardines de la finca y de este maravilloso museo al aire libre.

Museo del Mar y Playas.

Nos ponemos en marcha hacia el Cabo de A punta do Muiño de Vento, llamado así por la posible existencia de un molino de viento en el pasado.
Aquí nos encontraremos el edificio del Museo del Mar de Vigo, flanqueado por dos calas de agua cristalina y arena fina y clara, A Praia do Cocho y A Praia da Mourisca.

Avanzando por el carril bici dejamos a la derecha la Praia de Santa Baia, playa que precede a la tranquila cala marinera de O Cocho, donde podrás sentir el aire marinero de la ciudad de Vigo, así como disfrutar de las mejores vistas del conjunto arquitectónico del Museo del Mar.

Este edificio es un buen ejemplo de la vinculación industrial de la ciudad con el mar, puesto que fue la fábrica de conservas Alcabre – Molino de Viento, iniciando su actividad en 1887. Posteriormente fue utilizada como matadero municipal e incluso como depósito de vehículos.
Desde el año 2002 disfrutamos de este museo que nos muestra la historia de la actividad pesquera de Vigo, así como información general del mundo del mar, destacando el acuario, que le encantará a los más pequeños.
Este interesante conjunto arquitectónico proyectado por el italiano Aldo Rossi, conserva la estética industrial de la fábrica poniéndola en valor con una geometría muy limpia, basándose en formas simples, cubos, conos y esferas e integrándolo en el paisaje de una manera brillante. El proyecto fue finalizado por el arquitecto gallego César Portela tras la muerte de Aldo Rossi.
La visita al Museo es un plan muy interesante, pero sin duda, pasear entre sus edificios y disfrutar de las vistas de la Ría y de las playas desde su espigón, es obligado

Por si esto fuera poco, el museo nos regala dos auténticas joyas. La primera nos la encontramos accediendo al Museo por la entrada principal. Bajando hacia el edificio veremos a mano derecha un mural de 40 metros que representa una escena marinera: Realizado por Isaac Díaz Pardo, icono de la cultura gallega y fundador de Cerámicas do Castro (Sargadelos).
La segunda joya es un poblado castreño que fue localizado durante la construcción del museo. Se había pasado 20 siglos escondido, sufriendo no solo asaltos romanos sino otros más modernos como la construcción de la conservera, a la que se culpa de causar grandes daños al yacimiento.
Este castro es anterior a la llegada de los creadores del derecho romano y destaca un hecho curioso. Se encontraron restos de un altar púnico o fenicio, lo que nos sugiere, junto con la ubicación de este, que tuvieron importantes relaciones comerciales con otros pueblos. La globalización antigua…
Para finalizar esta segunda parte de la ruta nos asomamos a la Praia dos Olmos, en este caso, una cala más animada, que cuenta con varios bares a pie de playa incluso más animados que la propia playa, estupendos para disfrutar de la puesta de sol viguesa.

Bouzas. Corazón marinero.

Avanzando hacia el interior de la Ría, volvemos a pasar por la zona donde iniciamos la ruta, la Finca Miramar. En este punto, tenemos a nuestra izquierda la Praia de Carril, también conocida como Praia de Alcabre, nombre este último del barrio en el que está ubicada.
Esta playa es muy familiar y está protegida por conjuntos de rocas a ambos lados, lo que la hace ideal para tomar el sol, incluso en esos días en los que el viento nos lo pone difícil.
Continuando por el carril bici, dejamos atrás Alcabre y nos adentramos en Bouzas, unos de los barrios más antiguos de Vigo y también de los más grandes.

Este barrio con alma marinera fue un municipio independiente hasta 1904, año en el que se integró en la ciudad de Vigo.
Bouzas también es una zona industrial muy relevante en la ciudad. En el antiguo arenal de Bouzas estaban situadas las carpinterías navales que posteriormente dieron lugar a los modernos astilleros de hoy en día.
La industria naval es uno de los pilares económicos de Vigo y sin duda un elemento fundamental de su identidad. Ha modelado tanto a la ciudad como a sus habitantes, de una manera u otra, todos somos hijos de ella.
El paseo marítimo del barrio de Bouzas, conocido en la ciudad como Paseo de Bouzas, tiene una longitud de 3 Km y es un estupendo mirador a la Ría desde el corazón de esta.
Este es uno de los puntos favoritos de viguesas y vigueses para disfrutar de paseos a pie y en bici. Rápidamente descubrirás otra de las actividades que nos encanta practicar, puesto que es uno de los lugares preferidos para disfrutar del “terraceo”. En la parte inicial del paseo es donde se concentran gran parte de las terrazas, delante de las antiguas casas de pescadores, lugar que sin duda es una parada obligada para tomar el aperitivo.

A medida que te adentres en el barrio descubrirás su vitalidad y calidez, así como multitud de bares en los que disfrutar de la típica gastronomía gallega de costa. Te sorprenderá con otros lugares con encanto, solo tienes que perderte…
Continuando hacia la segunda parte del paseo marítimo destaca la iglesia de San Miguel construida sobre una roca en el SXVI y que preside la playa urbana de Bouzas, que a pesar de quizás no sea tan bella como sus vecinas, nunca le faltan visitantes.
Dejamos esta mágica villa marinera recordando al Cabaleiro das Cunchas que según la leyenda era un noble medieval muerto en las aguas de Bouzas. No murió durante la batalla, como buen noble, sino durante un juego, que era parte de la celebración de su boda.
Aunque a algún escéptico le pueda extrañar, O Cabaleiro das Cunchas fue devuelto a la vida por el Apóstol Santiago al paso del cuerpo de este por Bouzas en el viaje que realizaron en barca con sus restos los discípulos Anastasio y Teodoro desde Palestina a Galicia, la “Traslatio”.
Tras la acción milagrosa del Apóstol, O Cabaleiro das Cunchas emergió del agua a lomos de su caballo cubierto de conchas.
Posiblemente sea este el origen de la cocha de vieira como símbolo del Camino a Santiago.

La Ría de Vigo y el Paraíso (Islas Cíes)

Avanzando hacia el interior de la Ría por el carril bici del paseo marítimo, antes de llegar al puerto deportivo, verás el campo de fútbol del equipo del barrio, el Rápido de Bouzas. Equipo que cuenta entre sus logros con una canción propia, escrita y cantada por Iván Ferreiro. Envidia de los equipos de otros barrios de la ciudad, al menos del mío.
Pocos metros más adelante te encontrarás de lleno en el corazón de la Ría de Vigo, con unas vistas impresionantes de esta y frente a frente con El Paraíso, las Islas Cíes.

Realmente, poco se puede decir sobre las Islas Cíes, simplemente hay que vivirlas, pero aun así intentaré contarte algo interesante.
Esta joya del patrimonio natural de Europa forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas junto con las islas de Ons, Sálvora y Cortegada.
El archipiélago de las Islas Cíes, candidato a Patrimonio de la Humanidad desde 2017 como bien de valor natural universal está formado por tres Islas, Monteagudo, Faro y San Martiño.
Las tres son increíbles, pero es en la de Monteagudo donde encontrarás la playa más bonita del mundo, la Playa de Rodas. Y no solo lo digo yo, también lo dice el diario británico The Guardian.
Muchas son las playas paradisíacas que te encontrarás, todas destacan por su arena fina y blanca, agua cristalina y digamos que fresquita. Descubrirás muchas calas, unas más tranquilas, otras más concurridas y todas con distintos encantos.
Además de disfrutar de las increíbles playas, otro plan muy interesante es recorrer la senda que une las Islas de Montegudo y Faro, ambas con dos miradores difíciles de describir, mejor que lo descubras tú…
El único riesgo que tiene visitar El Paraíso es que volverás.

Mientras planificas tu visita a Las Islas Cíes y te adentras en la Ría, avanzando por el paseo marítimo, verás a tu derecha otro de los rasgos característicos de Vigo, la integración de la industria en la ciudad.
El mar siempre ha marcado el desarrollo económico de Vigo, hasta que en el año 1958 Citroën Hispania estableció aquí una fábrica de vehículos, iniciando su actividad con el modelo AZU, una furgoneta basada en el famoso 2CV (dos caballos).
A partir de este momento, la industria de la automoción se convirtió en otro de los pilares industriales dando trabajo en la comarca a más de 10.000 personas.
Hoy en día su peso en la economía gallega es tal que representa el 30 % de las exportaciones de la comunidad.
En uno de los laterales de esta campa, junto al faro, encontrarás un aparca-bicis donde podrás hacer una parada para seguir disfrutando de la Ría a la vez que compruebas si la paciencia de los pescadores de paseo da su fruto.

Vigo y su entorno

Te da la bienvenida a la parte final del paseo marítimo un conjunto de esculturas de bronce del artista vigués
José Morales. Estas esculturas representan diferentes especies marinas de la Ría de Vigo, una sardina, un
percebe y una centolla entre otros. Cada cual más rico que el anterior.
También encontrarás unas escaleras de acceso directo al mar, pensadas para los pescadores, pero donde
con cuidado te puedes refrescar.
Desde esta zona del paseo puedes observar uno de los elementos más característicos de las rías gallegas,
la bateas, estas estructuras flotantes, generalmente construidas con vigas de madera apoyadas sobre unos
flotadores son fuente de uno de los manjares populares de la Ría. De la estructura cuelgan unas cuerdas
sobre las que crecen los mejillones.

Continuando la vista panorámica te encontrarás con la comarca del Morrazo, que linda al norte con la Ría de
Pontevera. Las dos poblaciones que ves con más claridad al otro lado de la Ría son Cangas hacia el exterior
y Moaña a continuación. Las dos actividades principales de esta comarca son la pesca y el sector servicios,
destacando Cangas como uno de los puertos de bajura más importantes de Galicia.
Hacia el interior de la Ría te encontrarás con el imponente Puente de Rande, elemento icónico por el que
discurre la autopista que vertebra la la parte occidental de la región, uniendo las dos ciudades más pobladas,
Vigo y A Coruña, pasando por la capital, Santiago de Compostela. No nos queda más remedio que presumir
de esta vía, la AP-9 puesto que es una de las autopistas más caras de Europa. Estamos encantados…

Finalizamos esta ruta con una vista de la ciudad de Vigo desde la costa, en la que destaca el gran monte
urbano que la preside, el Monte O Castro, una visita obligada en la ciudad.
Además de ser el parque con las mejores vistas de Vigo y quizás de la Ría, es el punto en el que nació la
ciudad.
Puedes visitar en la ladera del monte el yacimiento castreño donde vivieron los primeros pobladores de la
ciudad (s.III y I a.C.) así como la fortaleza en la cima, donde se encuentra el Castillo de O Castro. Este bonito
paseo entre naturaleza te confirmará que en Vigo, cuestas “habelas hainas”.
Disfruta el camino de vuelta y recuerda que cuando cambia la perspectiva, todo cambia.

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